Village children jump into a local water source in Jambi, Indonesia.

Los bosques son fundamentales para el agua

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Miles de millones de personas en todo el mundo todavía viven sin uno de los derechos humanos más básicos: agua potable. Entre aquellos que son más afectados se encuentran las mujeres y los niños, los pueblos indígenas, los refugiados y las personas con discapacidad.

Esto afecta especialmente a los más de 150 millones de personas que obtienen agua para su consumo directamente del medio ambiente, como de lagos y ríos, sin infraestructura como grifos, pozos o bombas de agua, afirma Lis Mullin Bernhardt, experta en desarrollo internacional y agua de la unidad de ecosistemas de agua dulce de ONU Medio Ambiente.

“El acceso a agua limpia cruza directamente la línea de pobreza. Los grupos de personas pobres, indígenas y marginadas invierten proporcionalmente más tiempo y dinero para recolectar agua”, señala Bernhardt, quien desempeñó un papel importante en la creación del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 sobre agua limpia y saneamiento. “Y es lo que no permite que estas personas realicen actividades productivas como trabajar o educarse, y a menudo impacta desproporcionadamente en mujeres y niñas.

“El agua se conecta con todo, y no tenerla es una de las cosas que te mantiene en la pobreza”.

VERDE Y GRIS

Los expertos en medio ambiente como Bernhardt sostienen que las soluciones basadas en la naturaleza (SBN) tienen un potencial aún sin explotar para resolver muchos problemas vinculados con el agua, desde inundaciones y sequías hasta erosión de suelos y contaminación.

Actualmente, la mayoría de los sistemas de manejo del agua dependen de la denominada ‘infraestructura gris’, o de estructuras construidas por el hombre, como plantas de tratamiento de aguas residuales, tuberías y reservorios. Las SBN promueven un abordaje ‘verde’ que puede reemplazar o complementar los sistemas grises existentes y a la vez ser rentable y racional con el medio ambiente.

Bernhardt menciona que, con frecuencia, el manejo del agua depende de lo que está sucediendo en la tierra, y una gran parte de eso se relaciona con el manejo forestal. Una de las SBN más efectiva para el manejo del agua es, dice, la conservación forestal y la reforestación.        

“Solemos pensar que los árboles y plantas usan agua, pero en realidad se trata de lo contrario. Los árboles y plantas, debido a la naturaleza de la sombra que brindan y a las estructuras de sus raíces, en realidad ayudan a conservar el agua en el suelo. Incluso, ciudades grandes como Nueva York o São Paulo confían en los bosques para abastecerse de agua potable”.

Por ejemplo, los bosques protegen los ríos al ayudar a regular los desbordes de agua en las llanuras aluviales y reducen el riesgo de inundaciones. Durante este proceso, el sedimento rico en nutrientes se asienta, colabora en la purificación del agua y reduce los costos de tratamiento río abajo.

 Bernhardt argumenta que el agua limpia es solo una de las muchas buenas razones para plantar árboles, entre un sinnúmero de beneficios para el clima y el bienestar humano. Los bosques contribuyen a preservar las especies en peligro y mejoran la fertilidad del suelo- lo que a la vez ayuda a los agricultores a satisfacer la creciente demanda mundial de alimentos. Y la lista continúa.

“Es difícil pensar en algo tan simple y de tanto impacto como el replantar los bosques o proteger los bosques existentes”, enfatiza Bernhardt.

Pero, también advierte que se necesita plantar árboles adecuados, el tipo “correcto” de árboles, pues las plantaciones y algunas especies no nativas pueden provocar el efecto opuesto y secar las fuentes de agua.

HIDRATACIÓN PURA

Tanto en zonas rurales como urbanas, el impacto que la deforestación tiene en los sistemas de agua causa repercusiones severas en la salud pública. La ONU estima que hasta un tercio de todos los ríos se encuentra contaminado gravemente con patógenos, debido mayormente a excrementos humanos y animales. Frecuentemente, el consumo de agua contaminada provoca enfermedades como cólera y diarrea, lo que según la ONU, mata unos 700 niños menores de 5 años cada día. 

“Si los agricultores usan agua de ríos o lagos contaminados con excrementos humanos para regar sus cultivos, también pueden contaminarse algunos alimentos como las hortalizas de hojas verdes. Sin una limpieza o cocción profunda, las personas pueden enfermarse”, menciona Bernhardt.

También sostiene que el manejo comunitario de los recursos acuíferos locales es clave pues cuando las personas entienden y participan de los beneficios, pueden encargarse de la planificación hidrológica e integrar las SBN en sus planes.

REDUCIENDO EL DRENAJE

No son únicamente los medios de subsistencia rurales los que enfrentan desafíos relacionados con el agua. Entre 2005 y 2015, 40 por ciento de las cuencas que abastecen zonas urbanas experimentaron pérdidas significativas de bosques. Al respecto, Bernhardt afirma que existe una necesidad urgente para abordar el tema en la actualidad.

“Hemos pavimentado demasiado de la superficie de la tierra y continuamos literalmente drenando los pantanos. Al hacerlo, estamos destruyendo nuestros recursos hídricos y socavando la capacidad natural de la tierra para regular la provisión y calidad del agua”, sentencia.

Pero Bernhardt dice que eso no significa que debemos dejar de progresar o limitar a las naciones en desarrollo en el logro de sus objetivos.

“No necesitamos vivir en la edad de piedra y dejar de desarrollarnos, solo debemos ser más sostenibles y construir más sosteniblemente alrededor de los bosques. Las SBN pueden contribuir con innovaciones como techos verdes, pavimentos permeables y formas ecológicas de producir energía como represas para energía hidráulica o para regulación del agua”, añade.

Las soluciones basadas en la naturaleza con relación al agua pasaron a un primer plano en los últimos años, cuando ONU-Agua  -que coordina 31 agencias de la ONU- decidió enfocarse en el concepto de la campaña por el Día Mundial del Agua 2018.  Sin embargo, a la fecha, se calcula  que menos del 1 por ciento del manejo de recursos hídricos para infraestructura se destina a SBN. “La conclusión es que debemos actuar ahora y lograr dar agua y saneamiento a todos, a la vez que trabajamos con la naturaleza”, remarca  Bernhardt. “Si no lo hacemos, estaremos en grandes problemas”.

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